Deberes para casa. Una reflexión desde el CEIP Palomeras Bajas

De lectura muy recomendada para todos, os resumimos aquí el estupendo coloquio que, organizado por la Comisión de Educación y con la asistencia de unas 50 personas, se celebró el 6 de febrero de 2006 en el Colegio Palomeras Bajas en el madrileño barrio de Vallecas.

"Deberes sí, deberes no. De entrada, hay que decir que es un debate falso o equivocado. No se trata de si o no; se trata de ¿cómo aprender, cómo educar? Al final de la etapa infantil y en el primer ciclo de primaria (1º-2º) son los momentos en que a veces surge el agobio en la familia. ¿Estará aprendiendo el niño? Hay que diferenciar la lógica (y deseable) preocupación familiar por el aprendizaje de aquellos casos en que ello se convierte en una angustia y un mar de dudas. Es frecuente que, en estos casos, la comparación con el "entorno" alimente esos agobios...


En el coloquio se expuso claramente cómo los niños cumplen con su "deber" de venir a clase y de ser responsables de trabajar en ella (o enseñarles a ello). ¿Por qué prolongar sin fin una jornada que ya va desde las 9 a las 4 de la tarde? La sobrecarga de ejercicios y fichas para casa nos lleva al "mundo al revés” (sobre todo en infantil y primaria): los niños, en esos casos, tienden a aprender en casa; y, en el cole, el profesorado dedica buena parte del tiempo a corregir lo hecho en casa. ¿Qué sucede con los niños cuyas familias no tienen tiempo o no quieren dedicárselo a esos "deberes"? El mundo al revés.


En el Palomeras Bajas, habitualmente, el profesor atiende al niño en su mesa, en su grupo, cuando tiene una duda. Entonces, verdaderamente, el niño va a escuchar, tiene interés. Si la duda es mas general, se trata en conjunto. Cada niño tiene su PLAN DE TRABAJO. ¿Deberes? Sí, claro, llamémosles como queramos. Deberes, pero en otro sentido. Cumplir con su plan de trabajo. Un plan que el niño acepta como compromiso, el profesorado valora y la familia debe seguir y valorar igualmente.

El Plan de Trabajo significa más esfuerzo para profes y familias, más compromiso para los niños. Resulta más sencillo corregir 10 fichas que se han "mandado" para casa. Más sencillo, para la familia, sentar al niño a responder esas 10 fichas. Más fácil, para el niño, saber que tiene que hacer esas 10 fichas. Con el Plan, más complejo, se atienden los ritmos personales de aprendizaje. Es mas laborioso interesarse y valorar el conjunto del trabajo. Y el niño, tiene que pensar, no sólo responder. Tiene que pensar cómo organizar el trabajo de la semana, o de la quincena y, sólo después, responder: se está trabajando la responsabilidad.

Es cierto, y así se comentó como dificultad, que también es difícil que los niños aprendan a "manejar la libertad". Es un trabajo en el que todos tenemos que ayudarles, y el Plan es una herramienta. En infantil ya se hace una aproximación. En primaria se desarrolla el Plan de Trabajo (semanal o quincenal): las familias somos responsables de su seguimiento. Por ejemplo, a partir de 3° de primaria se recomienda que, aunque el plan sea quincenal, cada niño lleve a casa su carpeta a diario. La familia puede así, si lo desea, interesarse a diario por sus trabajos. El niño puede, también, preparar lo que hará al día siguiente.

Si el niño no ha trabajado lo debido en clase, tendrá que completarlo en casa (y el niño no lo vivirá como una imposición porque él ha acordado con el profe ese Plan). Si lo ha terminado correctamente, ello no quita para que la familia le induzca una costumbre: por ejemplo, un rato de lectura diaria (si no sabe, le "leemos", si ya sabe, leemos "junto a él”), o música, o deporte .... Todo ello son "deberes" y todo ello son hábitos.

Con más precisión, se comentó que los "contenidos" se dividen en "conceptos" (qué), "actitudes" (ante el aprendizaje, ante los demás, para qué sirve "la teoría”) y "procedimientos" (cómo hacer las cosas). A menudo sólo se habla de los "conceptos", dejando de trabajar bastante el resto. Y, en infantil y primaria, se están poniendo las bases para el aprendizaje del futuro. En la sociedad de la información, el problema en niveles posteriores de la educación es cómo seleccionarla, analizarla y utilizarla con sentido crítico. A ello se debe aprender desde niño.

En el "Palomeras Bajas" se intenta trabajar todo este conjunto. Después, según la experiencia, cada niño continúa en el instituto como iba en el colegio. No tienen problemas en avanzar con los demás (en "conceptos") y ya se han provisto de los hábitos de trabajo (cómo buscar información, organizar su tiempo de trabajo, exponer en público…) y pensamiento (respeto y valor de las diferencias, responsabilidad personal…) claves para su aprendizaje futuro y que, a la vez, les educa como personas independientes y responsables (consigo y con su entorno público).

Para finalizar, y sirve de resumen, alguien comentó que, a veces, hay preocupación porque "sólo valora lo que se puede enseñar del niño” (por ejemplo, es fácil "ver" que un niño con 4 años lee o no; pero es difícil "ver" que el niño busca información en la biblioteca, levanta la mano en clase o ayuda a un compañero en una tarea). "Si lo manda la Consejería, con 3 años leerían 3 frases, claro, pero como papagayos, sin comprender; sin embargo, con 6 años, llegan a leer con naturalidad, deseando seguir disfrutando en el Cole, al tiempo que han aprendido a ser compañeros, a dirimir conflictos hablando en una Asamblea..."

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