Exceso de deberes (Carta de una madre)

Publicada en Sietedías del Ayuntamiento de Alcobendas del 27.04.2012.
Estimado profesor cualquiera de un hijo cualquiera de 9 años. Empiezo diciéndole que estoy a favor de los deberes y, sobre todo, que estoy a favor de lo que usted diga, porque respeto enormemente su profesionalidad. Pero también quisiera comentarle que, con tantos deberes como envían a mi hijo para hacer en casa, no hay tiempo de afianzar temas concretos que notamos no ha entendido del todo. Lo peor es que tampoco tiene tiempo para algo tan importante como es jugar, leer o convivir con vecinos y hermanos.


Mi hijo entra a las 9:30 y sale a las 16:30 h. Entre que llega a casa (porque vivimos cerca) y merienda, nos dan las 17 h. Entonces empieza sus deberes. A veces, demasiadas, le dan las 20 y las 21 h, sobre todo cuando, además de deberes, tiene un examen al día siguiente. Encajamos luego corriendo el baño, corriendo se pone el pijama y corriendo leemos un cuento (si le veo con fuerzas) para llegar a la cama a las 21;3O... Mañana madrugamos, que hay cole. Mi hijo cumple así con una jornada de obligaciones de 9:30 a 21:30 h (sí, lo sé, con recreo y tiempo para comer... todo con horario, todo cronometrado).

Querido profesor: además de ayudarle con algún ejercicio que se le atraviesa, cumplo con la que considero que es mi tarea y le recuerdo que las cosas se piden por favory que se dice gracias; le enseño que hay que compartir y ser paciente; trato de desarrollar su imaginación y su curiosidad por las cosas. Con esta jornada de obligaciones, no cabe más que esperar al fin de semana y disfrutar del viernes por la tarde y el sábado, que el domingo de nuevo hay que ponerse a hacer los deberes. ¿Qué adulto aguantaría esta jornada? 
Varias madres

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