2009: Un sindicato de profesores pide la prohibición de los deberes en Reino Unido

Un niño con sus deberes. Fotorgrafía: Ableimages/Getty Images
¿Son los deberes una pérdida de tiempo para los niños de primaria?

Esta es la opinión de los profesores participantes en la conferencia del sindicato ATL (con 160.000 afiliados entre Inglaterra, Irlanda del Norte, Escocia y Gales) que tuvo lugar en Liverpool en 2009 donde aprobaron una moción exigiendo la abolición de los deberes en primaria y afirmando que:

"Los deberes en la escuela primaria son una pérdida de tiempo para niños y profesores, que podría ser empleado de una forma mucho más rentable para un aprendizaje eficaz tanto dentro como fuera del aula".

A partir de este pronunciamiento la situación de los deberes cambió y el profesorado retomó el control sobre los deberes en un proceso que llevó varios años. Un buen ejemplo.

En el contexto de la conferencia la dirigente sindical Mary Bousted planteaba que la dificultad que los niños de los hogares más pobres se encontraban para hacer los deberes, podría generar un ciclo de resistencia a la escuela:
"Cuando los niños de clase media llegan a casa cuentan con ayuda para hacer sus deberes; los niños desfavorecidos no y aquí comienzan los problemas", afirma. La moción del sindicato planteará una "profunda preocupación" en relación con que el aumento de la cantidad de deberes deja a muchos niños "infelices y estresados""Los niños deberían ser capaces de explorar, experimentar y disfrutar de su aprendizaje sin sentirse presionados", señala"
La aprobación de esta moción planteó un enfrentamiento entre maestros y gobierno. 

Mientras el gobierno afirmaba, por un lado, que los deberes no son obligatorios; por otro, planteaba que son positivos constituyendo una parte esencial del proceso de aprendizaje y estableciendo directrices sobre los deberes para las escuelas de primaria y secundaria exigiendo una política pública desarrollada en consulta con los alumnos, el profesorado, las familias y los equipos directivos.
"Los cimientos de unas prácticas eficaces en relación con los deberes se establecen desde el principio y se desarrollan progresivamente a través de las diferentes etapas; unas prácticas eficaces también se pueden utilizar para apoyar el paso a la secundaria". Departament for Children, Schools and Families (Departamento de Infancia, Escuela y Familia).
Las directrices planteaban que los niños deberían estar haciendo deberes desde el primer día de escuela, comenzando por una hora a la semana a los cinco años, y llegando a entre 90 y 150 minutos al día a los 16 años. Y que los niños de 10 y 11 años deberían estar haciendo media hora de deberes todas las tardes. Las directrices añadían que los padres y los cuidadores deben desempeñar su papel:
"Ayudando a sus hijos en casa, controlando los deberes, proporcionando apoyo e incluso ayudándoles a hacer los deberes".
A su vez estas directrices gubernamentales también chocaban con las conclusiones de una revisión encargada por la Inspección Escolar (Ofsted) sobre la evidencia planteada por la investigación. Ofsted afirmaba que los datos que apoyaban para la realización de deberes en primaria "no eran concluyentes".

Entre las fuentes utilizadas por la inspección estaba un estudio realizado por la National Foundation for Educational Research (Fundación Nacional para la Investigación Educativa) en el que se afirmaba que en la etapa primaria se han llevado a cabo pocas investigaciones y que los resultados no eran coherentes. El estudio señalaba:
"La sugerencia de que mandar deberes a los alumnos de primaria inculca actitudes positivas hacia el estudio ha recibido muy poca atención en la literatura de investigación." 
El estudio también concluía que el tiempo dedicado a hacer deberes tenía un impacto reducido sobre los resultados de los alumnos de Secundaria. Estudiantes de nivel A (sobresaliente) que dedicaban siete horas o más a hacer deberes a la semana solo sacaban un tercio de punto más que alumnos del mismo sexo y capacidad que hacían menos de dos horas de deberes a la semana.

Finalmente, en el año 2012, el Departamento de Educación decidió dar más libertad a los directores a la hora de establecer una política sobre los deberes.

La conclusión a la vista de tan cambiantes criterios es que los ministros están llevando a cabo un experimento con los niños.

A partir de The Guardian, 8.4.2009 BBC News 10.03.2008

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