CEAPA recibe habitualmente las quejas de las familias por los deberes que el profesorado de las distintas materias encarga diariamente a los menores, y que a muchos crea verdaderos problemas para afrontarlos con éxito.
CEAPA señala lo siguiente respecto a los deberes:
• Representan en gran medida un fracaso del sistema educativo, que tiene que sobrecargar a niños y niñas de tareas que deberían haber trabajado en la escuela. Los niños y niña ya deberían cumplir el proceso de enseñanza y aprendizaje en la escuela y en el horario escolar.
El alumnado encuentra en las aulas una enseñanza poco motivadora, poco práctica y alejada de la cultura audiovisual en la que ha crecido, que sigue fundamentándose en el libro de texto y en el aprendizaje memorístico. Ante esto, el sistema educativo echa “balones fuera”, encargando más deberes para casa.
• Provocan desigualdades sociales: que un niño o niña los ejecute mejor o peor depende del nivel socioeconómico y cultural de su familia y de su entorno. Mientras unos padres y madres intentan ayudar a sus hijos e hijas, otros recurren a clases particulares o academias y otros muchos no tienen ni el nivel educativo ni el dinero para poder pagar esos apoyos. Además, los deberes en muchos casos cuentan en las calificaciones.
Cuantas más familias sientan la necesidad de recurrir a las clases y profesores particulares para completar la educación de sus hijos e hijas, más estará fracasando el sistema educativo reglado en el objetivo de educar a toda la población escolar y de garantizar la igualdad de oportunidades.
• Crean tensiones entre padres y madres e hijos e hijas. Muchas veces, para poder hacer los deberes se quedan sin jugar, por lo que generan rechazo. Es cierto que los niños y niñas tienen que saber cuáles son sus obligaciones, pero también deberían tener tiempo para jugar.
• Constituyen un problema para muchos progenitores que salen tarde de trabajar y no disponen de tiempo.
• Los menores necesitan tiempo para realizar actividades deportivas, culturales o de esparcimiento, que también contribuyen a su desarrollo personal.
Como alternativa CEAPA propone:
1. Reformar el currículum educativo, para establecer una enseñanza más motivadora, práctica y centrada en la adquisición de competencias básicas, adaptada a la sociedad del siglo XXI en la que han crecido nuestros hijos e hijas. CEAPA pide al Gobierno que contemple la adquisición de competencias básicas, y que forme al profesorado para ello para que las incorpore a la práctica docente.
2. Que los deberes sólo estén constituidos por una formación complementaria, con el apoyo de las bibliotecas, museos, asociaciones y recursos del entorno escolar, con actividades relacionadas con la lectura, la investigación y la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación. Además, deberían poder hacerse sin la ayuda de un adulto.
3. Que todos los centros educativos oferten programas de refuerzo educativo (los llamados “planes de acompañamiento educativo” en Primaria, y los PROA en Secundaria), de manera que al término de la jornada escolar los alumnos y alumnas con más dificultades se queden un tiempo limitado en la escuela y reciban alguna clase de apoyo en las materias que lleven más atrasadas. Desgraciadamente, los recortes educativos están pasando factura a estos programas que tanto bien podrían hacer a los escolares y que constituyen una herramienta para compensar desigualdades.
CEAPA cree que las Administraciones educativas deberían tener más en cuenta estas realidades que tienen que afrontar diariamente decenas de miles de familias en este país.
Madrid, 22 de enero de 2013
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