Durante las últimas semanas, en Francia y Bélgica se ha aprobado la prohibición por ley que los alumnos de primaria lleven deberes de la escuela a casa, mientras que en España nos encontramos tanto con sectores a favor de esta propuesta como en contra.
Entre los argumentos que da la gente que está de acuerdo, encontramos que para ellos resultan imprescindibles al actuar como vía de refuerzo de los contenidos aprendidos en clase, a la vez que también se defiende que así los niños y niñas están más tranquilos en casa. La otra parte, en cambio, expone que son innecesarios debido a la alta carga de horas que los menores ya pasan en la escuela, así como el hecho que puedan favorecer a desigualdades sociales, ya que factores como si los niños pueden o no recibir apoyo en casa o los recursos de los que disponen podrían contribuir a esta situación.
Los datos que nos proporciona el diario El Periódico son que un tercio de los alumnos de 16 a 17 años dedica más de dos horas diarias a realizarlos, mientras que en países como Finlandia la media se encuentra entre los 15 y 30 minutos.
Y vosotros, ¿qué pensáis?.
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Yo como maestro pienso que es una barbaridad mandar tantas tareas a los niños. Llega un momento que deben dedicar hasta 3 y 4 horas por la tarde para poder terminarlas. Lo he visto en compañeros y la frase típica de, como tienes puente esta semana, pues tienes más tiempo para hacerlos y no salir tanto.
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